Título: Dormir no es lo mismo que soñar
Autor: Juanma Brun
Editorial: Éride ediciones
Número de páginas: 97
Año: 2015
Género: romántico, fantasía
Saga: no

¿Hay algo más grande que el amor? ¿Otra pasión que lo torne en algo casi insignificante? ¿Algún otro sentimiento que nos haga cometer aún mayores locuras?

Y de ser así, ¿qué sería uno capaz de llegar a hacer para conservarlo? ¿Hasta dónde se estaría dispuesto a llegar?

Cuando Juan y Ariadna se conocen, se enamoran perdidamente el uno del otro y viven felices durante un tiempo, hasta que Juan descubre que lo que siente por Ariadna es mucho más fuerte que el amor.

Esta historia trata sobre algo mucho más grande e inalcanzable que el amor; de un sentimiento tan inconmensurable que la única aspiración sensata que uno puede tener en la vida es la de no llegar a sentirlo jamás.



Primero que nada quiero darle las gracias a la editorial Éride por enviarme el libro.
Pensaba que me gustaría mucho más, el título me hizo que me dejará llevar…
Esta pequeña historia nos cuenta la vida de Juan y Ariadna, dos desconocidos que se se encuentran en una tienda de chucherías en un parque de atracciones y que el destino les va a unir.
El libro está dividido en dos partes y en capítulos, lo que lo hace un poco más fácil de leer, pero tiene algo que a mí me ha hecho que me demorara mucho más en leerlo que de costumbre, la retórica, tiene mucha retórica, parece un libro de poesía, porque la verdad es que utiliza muchos adjetivos y formas diferentes de describir las cosas, que no está mal, pero que cansa un poco al lector.
Como he dicho antes, los protagonistas se conocerán en una tienda de chucherías, desde ese momento Juan se quedará prendado de Ariadna e intentará conseguir estar con ella. La cosa es que Juan se suele enamorar bastante y no suele ser de una sola mujer, pero con Ariadna parece que cambiará…
La segunda parte del libro comienza con un giro dramático de la historia, con lo cual parece darle un poco más de movimiento, no quiero contar el giro porque aguaría el libro.
Lo que más me ha gustado: cómo define la realidad el autor.
Lo que menos me ha gustado: el abuso de la retórica en muchas ocasiones.

    Tutear a alguien significa que confías en esa persona, y el usted significa que la respetas.

– Las horas siguientes trascurrieron como transcurren los sueños. Mientras suceden parecen reales, y estamos en vilo por lo que en ellos acontece. Sin embargo, una vez acaban, todo lo soñado queda en un extraño limbo.

– Tengo la sensación de que te conozco desde siempre.

– El amor es un obstáculo para la felicidad de la pareja. El amor engaña, distorsiona la realidad; nos hace ver en alguien cosas buenas que no tiene y disimula sus defectos. El amor termina siempre haciendo el mal y termina por frustrar a unos y a otros.

– Lo que siento por ella es mucho más fuerte y mucho más sagrado que el amor.

– La verdad […] es una convención. No existen ideas eternas, y siempre morimos o vivimos en base a unas verdades artificiales que nos son impuestas, y que no suelen tener en cuenta nuestra forma de ser, de sentir o nuestros intereses.