Imagina un caserón de piedra parda en una calle cualquiera de una ciudad sin nombre. Acércate más. ¿Ves el nombre tallado en piedra? El teatro Serendipity te da la bienvenida. Si has llegado tan lejos imaginando, no te costará entrar.
Nada más hacerlo verás a Joseph tras el mostrador. Fíjate en la vieja estantería que hay justo detrás de él. Hay algo que llama tu atención. Entre una corona envejecida que ya ha perdido todo su brillo y una figura horripilante de una bailarina, me ves a mí.
Y, justo en este momento, Hope, una niña incapaz de escuchar las palabras, acaba de entrar. Puedes seguir imaginando o dejar que te cuente qué ocurrió.